Las larvas de este coleóptero, por si mismas, o asociadas a melolonta pueden ocasionar grandes daños en el sistema radicular del olivo, siendo más comunes en terrenos arenosos con riego por goteo y mínimo laboreo.

El color de los adultos va desde el color pajizo hasta castaño oscuro casi negro y su tamaño oscila entre 1,6 y 1,9 cm de longitud. El macho tiene antenas de maza laminada y la hembra es más pesada, carece de alas posteiores y presenta un tercer par de patas muy robusto.

Las larvas se alimentan de las raíces del olivo y originan daños en el sistema radicular proporcional al nivel de la población, pudiendo provocar la muerte del árbol en los casos más extremos.